Lloro el silencio que extravió su ave fénix entre la depresión y abulia, el fantasma de la desolación tormentosa persigue el reflejo de lo que tendrá que suceder,
no hoy, tampoco mañana ni a aquel que todo ha perdido, sino al que sin perder nada se perdió a si mismo y no supo reconocerse.
Lamento todo el sufrimiento y lo que se pronostica junto a el, nada de altruismo, el más puro egoísmo y la más patética autocompasión recorren el ultimo intento de lograr esos 7 años de mala suerte, sólo restan los minutos de silencio que amenazan un inmóvil futuro y cierran con el toda esperanza.
Los propios pensamientos no romperán la linea del espejo
. . . junto a la profecía inmortal no para de sonar.
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