viernes, 28 de diciembre de 2007

invitacion al vomito (de O.G.)


CUBRETE EL ROSTRO

Y LLORA

VOMITA

¡SI!

LARGOS TROZOS DE VIDRIO,

AMARGOS ALFILERES,

TURBIOS GRITOS DE ESPANTO

VOCABLOS CARCOMIDOS

SOBRE ESTE PURULENTO DEESBORDE DE INOCENCIA

ANTE ESTA NAUSEABUNDA INIQUIDAD SIN CAUCE

Y ESTA CASTRADA Y FETICA SUMISION CULTIVADA

EN FLATULENTOS CALDOS DE TERROR Y DE AYUNO


CUBRETE EL ROSTRO

Y LLORA...

PERO NO TE CONTENGAS.

VOMITA

¡SI!

VOMITA

ANTE ESTA PARANOICA ESTUPIDEZ MACABRA

SOBRE ESTE DELIRANTE CRETINISMO ESTENTOREO

Y ESTA SENIL ORGIA DE EGOISMO PROSTATICO:

LACIOS COAGULOS DE ASCO

MACERADA IMPOTOENCIA

RANCIOS JUGOS DE HASTIO,

TROZOS DE AMARGA ESPERA...


HORAS ENTRECONTADAS POR RELINCHOS DE ANGUSTIA

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Emperor's Club





-No todos seguimos las mismas reglas.-

-Como el gran Aristófanes escribió: "La juventud envejece, la inmadurez se supera, la ignorancia puede ser educada y la borrachera desembragiada, pero la estupidez es para siempre".-

-Yo vivo en el mundo real, Sr. Hundert, el de la gente que sabe cómo conseguir lo que quiere. Y si ello implica mentir o hacer trampas, no importa. Ya me preocuparé de mi contribución más tarde.-

-Le he fallado como profesor. Pero, si me permite, voy a darle... una última lección. Todos nosotros, llegados a un punto, nos vemos obligados a mirarnos al espejo y ver cómo somos en realidad. Y cuando ese día llegue para usted, Sr. Sedgewick, tendrá que afrontar el hecho de haber vivido una vida sin virtud, sin principios. Le compadezco por ello (Hundert).-

-En St. Benedict tenemos un código de autogobierno que se basa en la confianza mutua. Ustedes han violado esa confianza y han comprometido la reputación de esta academia.
La ignorancia deliberada es intolerable (Hundert).-

-El final depende del principio. Por favor, retengan estas palabras, mientras den los primeros pasos en el viaje que ahora empieza (Hundert).-

-Las grandes ambiciones y conquistas si no suponen una contribución a la historia, carecen de sentido. ¿Cuál va a ser su contribución? (Hundert).-

-La mayoría de nuestras vidas se podrían acabar de escribir mucho antes de que fallecieramos. Hay excepciones entre los grandes hombres de la Historia, pero son escasas; y yo no soy una de ellas.
Soy profesor, simplemente eso (William Hundert).-

-Han ido pasando los años y ahora ya sólo estoy seguro de dos cosa:
Los días que empiezan yendo a remar al lago son mejores que los otros.
Segundo: El carácter de un hombre es su destino. Afirmación que, como estudioso de la Historia, no puedo rebatir (William Hundert). -

-Un buen profesor tiene poca historia propia que contar.
Su vida pasa a otras vidas. Ellos son los pilares de la estructura más íntima de nuestros colegios... Son más fundamentales que las piedras o que las vigas: y siguen siendo una fuerza impulsora, y una energía reveladora que nos guía en nuestras vidas. Gracias, Sr. Hundert.-





Es una lastima que esta ultima frase no se de en la realidad; he conocido a muy pocos profesores que valen la pena de ser recordados con esta frase... será que preocuparse de formar a personas con valores no es cosa de este siglo?¿

domingo, 25 de noviembre de 2007

Oscar Wilde ._.


"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando.
Me gusta escucharme a mí mismo.
Es uno de mis mayores placeres.
A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo,
y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo..."


xD!

¿Dónde?



¿Dónde está todo eso que prometieron?

Se veía tan hermoso en imágenes...


Sonaba tan bien de tu boca


Busco
, sigo buscando

Quizás
me equivoqué de lugar


Quizás
mi error fue no saber a quien preguntarle


¿Cómo le pregunto a un vendedor cual es el mejor producto?


O a un publicista si está seguro de lo que dice


El arte de la distorsión


Me hace pensar que los optimistas crean a los pesimistas
,

Si lo simple se vuelve extraordinario, impresionante y hermoso,

¿Qué se puede esperar para lo malo?


Si todo se arregla con cifras y porcentajes,

¿Cómo estar seguro que en realidad mejora?,

Si a la vista esta cada vez peor

...

viernes, 23 de noviembre de 2007

jueves, 22 de noviembre de 2007

Enrique Lihn

Yo que por sobre todo, cuerdo y loco




Yo que por sobre todo, cuerdo y loco
gusto de la verdad en la impaciencia
y consecuente hasta la incongruencia
estrújome la lengua, nunca el coco,

cuando en materia de mujeres toco
mi trompetilla, pierden su elocuencia
los maestros del arte y de la ciencia,
los pongo de perfil, fuera de foco.

Con la libreta de la carne en mano
miro fijo a los rojos comensales
y me la paso por los recojones;

las tengo allí -he cortado por lo sano-
fichadas por sus datos genitales
y con sus respectivas direcciones.



miércoles, 21 de noviembre de 2007

Trainspotting





“Elige una vida, elige un empleo, elige una carrera, elige una familia,

elige un televisor grande que te cagas, elige lavadoras, coches,

equipos de compact disc y abrelatas eléctricos, elige la salud,

colesterol bajo y seguros dentales, elige pagar hipotecas a interés fijo,

elige un piso piloto, elige a tus amigos, elige ropa deportiva y maletas

a juego, elige pagar a plazos trajes de marca en una amplia gama de

putos dígitos, elige el bricolaje y preguntarte quién coño eres el

domingo por la mañana, elige sentarte en el sofá a ver teleconcursos que

embuten la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta

comida basura, elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima

en un asilo miserable siendo una carga para los niñatos egoístas y

hechos polvos que has engendrado para reemplazarte,

elige tu futuro, elige la vida;

yo elegí otra cosa y las razones....no hay razones,

¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?”

Fernando Savater

Elogio a la embriaguez

Suelo ser excesivo. Confieso que he nacido para lo demasiado. No en todo, claro está, sólo en ciertos vicios y para ciertas aficiones. De las virtudes no hablaré, pero en alguna también me paso un poco, aunque Aristóteles me regañaría por creer que, si me paso, puedo seguir llamándola "virtud".

Leo demasiado, escr
ibo demasiado, viajo demasiado, me encolerizo demasiado, quiero hacer el amor con demasiadas personas y cosas, me enamoro demasiado de quien no me quiere, hablo demasiado, tengo demasiadas opiniones y no me las callo, gesticulo demasiado, grito demasiado, pretendo saber de demasiadas cosas, me río demasiado, lloro demasiado, cultivo y provoco demasiadas animadversiones. Me deprimo más de lo debido y me divierto como un niño bobo, sin medida. Soy un pasota, pero no porque pase de todo -como se dice en España para indicar indiferencia-, sino porque me paso en todo.

Como es lógico, siento simpatía por la mayoría de los disparates y sobre todo por los extremos. En cuanto algo se estima tanto que comienza a delirar -una manía, una opinión, un defecto, una afición, un tic-, me resulta morbosamente interesante. Padezco vergonzante complicidad con los poseídos y los fanáticos, con los arrebatados y los convulsionarios. Cuanto más exagerado es alguien, más irrefutable me parece. No me enorgullezco de esta debilidad -en sí misma excesiva también- pero tampoco quisiera curarme del todo de ella. Ya que no podemos ser infinitos, al menos seamos extremistas, que es como la versión "pueril" del infinito.

Me dicen que todo está bien, pero con mesura. Yo sospecho íntimamente que todo está mal, salvo cuando es desmesurado. Nada resulta a la larga tan triste como la verosimilitud...







prohibido


Por la única razón que quiero beber de esas aguas
es porque sé que hago mal.

Está prohibido, pero, siempre lo prohibido ha tenido un sabor tan especial... algo irresistible para mis sentidos.

Lo sé, es uno más de mis caprichos, sin embargo este es fuerte y tentador
si las circunstancias me impiden tenerlo, se pone cada vez más interesante...

No puedo controlarlo
lo imposible suena bien...

Mas en algún momento acabará ese encanto

martes, 20 de noviembre de 2007

cambalache



Que el mundo fue y será una porquería
ya lo sé...

¡En el quinientos seis
y en el dos mil también!

Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublé...
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos...

¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!

¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!

¡Todo es igual!

¡Nada es mejor!

¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!

No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,

¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!...

¡Qué falta de respeto, qué atropello
a la razón!

¡Cualquiera es un señor!

¡Cualquiera es un ladrón!

Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y "La Mignón",
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia
contra un calefón...

¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril!

El que no llora no mama
y el que no afana es un gil!

¡Dale nomás!

¡Dale que va!

¡Que allá en el horno
nos vamo a encontrar!

¡No pienses más,
sentate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!

Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley

ALEGORÍA DE LA MUERTE DEL GLORIOSO CABALLERO.




Yace aquí el hidalgo fuerte,

Que a tanto extremo llegó

De valiente, que se advierte

Que la muerte no triunfó

De su vida´ con su muerte.

Tuvo a todo el mundo en poco;

Fue el espantaja y el coco

Del mundo en tal coyuntura,

Que acreditó su ventura,


"Morir cuerdo y vivir loco."

lunes, 19 de noviembre de 2007

Un dia en la iglesia...

El nuevo padre de la parroquia estaba tan nervioso en su primer sermón
que casi no consiguió hablar.
Antes de su segundo sermón, el domingo siguiente, preguntó al
Arzobispo como podía hacer para relajarse.
Éste le sugirió lo siguiente: La próxima vez, coloque unas gotitas de
VODKA en el agua y va a ver que, después de algunos tragos, va a estar
más relajado.

El Domingo siguiente el Padre aplicó la sugerencia y en efecto se
sintió tan bien que podía hablar hasta en medio de una tempestad,
totalmente relajado.

Luego del sermón, regresó a la sacristía y encontró una nota del
Arzobispo que decía lo siguiente:


Apreciado Padre:
La próxima vez, coloque unas gotas de Vodka en el agua y no
unas gotas de agua en el Vodka.
Le anexo algunas observaciones para que no se repita lo que vi en
el sermón de hoy.
1.. No hay necesidad de ponerle una rodaja de limón en el borde del cáliz.
2.. Aquella caseta al lado del altar es el confesionario y no el baño.
3.. Evite apoyarse en la imagen de la Virgen y mucho menos abrazarla y besarla.
4.. Existen 10 mandamientos y no 12.
5.. Los apóstoles eran 12 y no 7. Ninguno era enanito.
6.. No nos referimos a nuestro señor Jesucristo y sus apóstoles como
"J.C. y sus boys"
7.. David derrotó a Goliat con una honda y una piedra. Nunca
se "lo pitió"
8.. No nos referimos a Judas como "sapo culiao".
9.. No debe tratar al Papa por "El Padrino".
10.. Bin Laden no tuvo nada que ver con la muerte de Jesús.
11.. El agua bendita es para bendecir y no para refrescarse la nuca.
12.. Nunca rece la misa sentado en la escalera del altar y mucho menos con el pié montado sobre la Biblia.
13.. Las hostias son para distribuirlas a los feligreses. No deben ser usadas como canapé para acompañar el vino.
14.. En el ofertorio los fieles entregan el diezmo voluntario, saque el letrero que decía : "su propina es mi sueldo"
15.. Los pecadores se van al infierno y no a "la concha de su madre".
16.. El "Padre Nuestro" se debe rezar alzando las manos al cielo, No haciendo la Ola.
17.. La iniciativa de llamar al público para bailar fue buena, pero hacer el trencito por toda la iglesia, NO!
IMPORTANTE: Aquel sentado en el rincón del altar, al cual Ud. se refirió como "maricón", "trasvesti con faldita", era Yo !

Espero que esas fallas sean corregidas el próximo Domingo.
Atentamente.
El Arzobispo

puedes elegir


El cigarro te está matando,
tu más que nadie lo sabe,
no se trata de un vicio de juventud,
es más que eso... el pulmón que te queda ya no soportará
te lo han dicho en todos los tonos

"cuidate!"
"no lo hagas"
"se consiente..."

pero, es tu cuerpo;
eres tu el que sufre todos los días al subir la escalera
eres tu el que no para de toser
eres tu el que se está pudriendo y soporta terribles dolores todos los días.

ante la preocupación, criticas y consejos de tu familia respondes encendiendo un cigarro y luego otro... y otro...

Sabes, no te culpo
es lo que te gusta,
eres libre de hacerlo,
el dejarlo ahora No mejoraría magicamente el pulmón que te queda,
tienes fecha de caducidad a la vuelta de la esquina
pero no por eso te morirás antes de tiempo.

La idea es que lo dejes para que vivas más tiempo
pero se nos olvida que si lo dejarás morirías en vida.

¿vivir para fumar,
fumar para vivir?

una justicia eficiente?¿




JA!

no seas soñador,

"la justicia es como una prostituta, se vende al mejor postor"

obviamente los inocentes no tienen mucho que ofrecer

acá sigue la rueda de la estupidez

después de robar, matar, violar

salen y entran de las cárceles como Pedro por su casa

lo que yo haría con uds. esta claramente graficado en esta imagen

y no sería retroceder en el tiempo o involucionar

porque fue, es y será la única manera de que algunos aprendan

y como dice un amigo mio por ahí "a palos aprenden los animales"

en este caso seria "con sangre"

no olvidemos, SI!!! somos animales

ok, animales capaces de destruir este mundo con una facilidad increíble

a lo que llamamos un gran avance e inteligencia

pero animales al fin de cuentas.

Conocí a un genio

" Hoy conocí a un genio en el tren como de seis años de edad;
se sentó a mi lado y, mientras el tren corría por la costa,
llegamos al océano.
el niño me miró y me dijo: el mar no es nada bonito.
fue la primera vez que me di cuenta de ello. "

Charles Bukowski




Mensajes subliminales en el metro de Santiago

No se ven a simple vista, sin embargo con un poco de detención es posible observarlo.








Logotipo de FES





































"QUE MAL TE VES"


















Al final hay uno de Compra compra compra pero no pude sacar una imagen.

¿Manejan nuestras vidas?

¿Hasta qué punto manejan los medios de comunicación nuestras vidas?


¿En qué nos estamos convirtiendo?


*Esclavos, Adictos, Personas... ¿?


Si los medios nos moldean, ¿Somos tan patético como estos?

*Eres lo que ves?
*Eres lo que aceptas?
*Eres lo que haces?


Copias, Clones, Imitaciones?¿


miércoles, 14 de noviembre de 2007

Edgar Allan Poe





LENORE

¡El vaso se hizo trizas!

Desapareció su esencia


¡Se fue; se fue!

¡Se fue; se fue!


Doblad, doblad campanas,

con ecos plañideros,


Que un alma inmaculada de Estigia

en los linderos
Flotar se ve.

Y tú, Guy de Vere,

¿qué hiciste de tus lágrimas ?


¡Ah, déjalas correr!


Mira,

el angosto féretro encierra a tu Leonora;


Oye los cantos fúnebres que entona el fraile;

ahora


Ven a su lado, ven.


Antífonas salmodien a la que un noble cetro


Fue digna de regir;


Un ronco De Profundis a la que yace inerte,


Que con morir


Indignos,

los que amabais en ella solamente


Las formas de mujer,


Pues su altivez nativa os imponía tanto,


Dejasteis que muriera,

cuando el fatal quebranto


Posó sobre su sien.


¿Quién abre los rituales?

¿Quién va a cantar el Réquiem?


Quiero saberlo, ¿quien?


¿Vosotros miserables de lengua ponzoñosa


Y ojos de basilisco? ¡Mataron a la hermosa,


Que tan hermosa fue!


¿Peccavimus cantasteis?

Cantasteis en mala hora


El Sabbath entonad;


Que su solemne acento suba al excelso trono


Como un sollozo amargo que no suscite encono


En la que duerme en paz.


Ella, la hermosa, la gentil Leonora,


Emprendió el vuelo en su primer aurora;


Ella, tu novia, en soledad profunda


¡Huérfano te dejó!

Ella, la gracia misma ora reposa

En rígida quietud; en sus cabellos


Hay vida aún; mas en sus ojos bellos


¡No hay vida, no, no, no!


¡Atrás!

Mi corazón late de prisa


Y en alegre compás.

¡Atrás!

No quiero
cantar el De Profundis majadero,

Porque es inútil ya.


Tenderé el vuelo y al celeste espacio


me lanzaré en su noble compañía.


¡Voy contigo, alma mía, sí, alma mía¡


Y un peán te cantaré!

¡Silencio las campanas!

Sus ecos plañideros


Acaso lo hagan mal.


No turben con sus voces la beatitud de un alma


Que vaga sobre el mundo con misteriosa calma


y en plena libertad.


Respeto para el alma que los terrenos lazos


Triunfante desató;


Que ahora luminosa flotando en el abismo


Ve amigos y contrarios; que del infierno mismo


al cielo se lanzó.


Si el vaso se hizo trizas,

su eterna esencia libre


¡Se va, se va!


¡callad, callad campanas de acentos plañideros,


que su alma inmaculada del cielo en los linderos


Tocando está!



martes, 13 de noviembre de 2007

oscar wilde



(Balada de la Cárcel de Reading.)


Aquel hombre había matado lo que amaba,
y por eso iba a morir.

Aunque todos los hombres matan lo que aman,
que lo oiga todo el mundo,
unos lo hacen con una mirada amarga,
otros con una palabra zalamera;
el cobarde con un beso,
¡el valiente con una espada!
Unos matan su amor cuando son jóvenes,
y otros cuando son viejos;
unos lo ahogan con manos de lujuria,
otros con manos de oro;
el más piadoso usa un cuchillo,
pues así el muerto se enfría antes.

Lord Byron



Hubo un tiempo ¿recuerdas? su memoria
Vivirá en nuestro pecho eternamente
Ambos sentimos un cariño ardiente;
El mismo que todavía me arrastra a ti.

¡Ay! desde el día en que por vez primera
Eterno amor mi labio te ha jurado,
Y pesares mi vida han desgarrado,
Pesares que no puedes tú sufrir.

Desde entonces el triste pensamiento
De tu olvido falaz en mi agonía:
Olvido de un amor todo armonía,
Fugitivo en su yerto corazón.

Y sin embargo, celestial consuelo
Llega a inundar mi espíritu agobiado,
Hoy que tu dulce voz ha despertado
Recuerdos, ¡ay! de un tiempo que pasó.

Aunque jamás tu corazón de hielo
Palpite en mi presencia estremecido,
Me es grato recordar que no has podido
Nunca olvidar nuestro primer amor.

Y si pretendes con tenaz empeño
Seguir indiferente tu camino
Obedece la voz de tu destino
Que odiarme puedes; olvidarme no.

Marcela Paz


Nosotros los niños chicos

vemos el mundo al revés

Porque nuestras cabecitas
Viven cerca de los pies.

Nuestros ojos, manos, bocas
Llenos de curiosidad
Son un montón de preguntas
Para saber la verdad.

El mundo maravilloso
Tiene un dueño y es usted
No se fastidie ¡Paciencia!
Conteste nuestros ¿Por qués?






Este texto me recuerda a mi infancia, estaba en uno de los primeros libros que leí, aún está ahí, esperando...




Una gran siembra y cosecha de falacias
han inaugurado tu desdicha

ahora pienso en ti,
cuánto de lo que me decías era cierto ?¿

he descubierto muchas cosas...
por qué nunca me contaste nada ?¿
me da pena saber que jamás confiaste en mi
y sin embargo, yo ponía las manos al fuego por ti

sabía que escondías algo
me aleje...
sí, te abandoné y me siento culpable
no te volví a ver

ahora he escuchado sobre ti
me gustaría ayudarte
pero, qué puedo hacer?¿
el orgullo es más fuerte
y tus antiguas mentiras me hacen creer que, de nada servirá mi ayuda .


Julio Herrera y Reissig

Amor Sadico

Ya no te amaba, sin dejar por eso
de amar la sombra de tu amor distante.
Ya no te amaba, y sin embargo, el beso
de la repulsion nos unió un instante...
Agrio placer y bárbaro embeleso
crispó mi faz, me demudó el semblante,
ya no te amaba, y me turbé, no obstante,
como una virgen en un bosque espeso.
Y ya perdida para siempre, al verte
anochecer en el eterno luto,
mudo el amor, el corazón inerte,
huraño, atroz, inexorable, hirsuto...,
jamás viví como en aquella muerte,
nunca te amé como en aquel minuto!


Julio Herrera y Reissig

lunes, 12 de noviembre de 2007

LA MISTERIOSA LEYENDA DE "TODOS AL SUELO!"


Según cuenta la leyenda todo ocurrió en un viaje de estudios a un famoso museo de la capital,
Aquel curso aventurero iba en un bus, a cargo de un profesor amante de la FIZICA que hablaba
de "unaZ formaZ bien particularEZ..."


El viaje era todo un éxito los niños irradiaban caras de felicidad ya que habían pasado
toda la tarde en un parque de diversiones y comprando en las tiendas más sofisticadas del país.

Al caer la tarde decidieron iniciar el regreso a su pueblo,
El bus entró a un túnel (dicen que el túnel era muy parecido al que murió Diana de Gales, y también se maneja la teoría de un atentado terrorista en contra de los jóvenes pueblerinos)

de la nada aparece un auto blanco, aparentemente en estado de ebriedad porque segundos más tarde se dio a la fuga (ni weon) y choca por un lado al bus que traía a los valientes,

El chofer pierde el control y digno de una película de acción con los mejores efectos especiales, el
bus comienza a zigzagear locamente dentro del túnel...
y luego de segundos aparece un camión de la nada y ... "CRASHH!!!"
Al tratar de esquivar al camión, el bus terminó chocando bruscamente un pilar del túnel ... (pff)



En el momento de máxima acción sólo se escuchó una potente voz k gritaba

"TODOS AL SUELO"

algunos alumnos dicen no haber escuchado la misteriosa voz...
pero en el momento del choque más de la mitad de los involucrados se tiraron instantáneamente al suelo al escuchar el chillido salvador...

por supuesto podemos afirmar que el grito no fue "todoZ al Zuelo" por lo tanto en esta ocasión la fiZica no salvo la situación.

Con el tiempo el grito se ha olvidado, y obviamente se han ido agregando más datos los cuales se ponen duda; dicen que un joven de origen asiático habría salido disparado varios metros a lo largo del pasillo del bus (aprendiendo a volar), también se habla de disparos y sangre! lo que comenzó con la teoría del atentado terrorista.



Estoy aquí,
encerrada entre 4 paredes
"sera por tu bien"
"lo hacemos por ti"
pero yo estoy aquí...
y me manejas desde afuera

soy yo quien esta adentro...

quiero aire
quiero respirar
quiero elegir

no necesito mas excusas
cada día lo soporto menos
y me tratas como si fuera "algo" de tu propiedad
mirame... existo
escuchame... te hablo
tocame... soy igual que tu

algún día yo saldré y ya no tendrás más llaves
no tendrás más paredes
no tendrás más formas
no tendrás el privilegio

solo tendrás soledad

MI VIDA SIN MI (PELICULA)

"Sé que te sientes tan solo que te duele,

sé que no te gusta la gente,

sé que tomas demasiados cafés,

sé que piensas que la vida está pasando a tu lado...

y no sabes exactamente cómo

y sé que te has obligado a no pensar en mí,

porque es ridículo fantasear sobre alguien

que has visto apenas dos veces".



"Mi querido Lee:

Imagino que cuando te llegue esta cinta ya sabrás que he muerto, y bueno... esas cosas...

Quizás estés enfadado conmigo, o dolido, o triste, o molesto, o quizás todo a la vez, sólo quiero que sepas que me enamoré de ti. No me atreví a decírtelo porque... pensé que en cierto modo lo sabías, y no me di cuenta como se iba el tiempo... Tiempo es la única cosa que no me ha sobrado últimamente.

La vida vale más de lo que crees amor mío, lo sé porque tú llegaste a enamorarte de mi aunque vieras... ¿cuánto era?, ¿un 10%? ¿o un 5 talvez? Si hubieras visto todo quizás no te hubiera gustado, o te habría gustado a pesar de ello. Ya nunca lo sabremos.

Una última cosa Lee. Por amor de Dios, pinta las paredes y compra algunos muebles, ¿de acuerdo? no quiero que la próxima mujer que lleves a tu casa se haga una idea equivocada de ti y escape antes de conocerte, que no todas están tan locas como yo.

Me encanto bailar contigo."


homogeneidad

¿Un privilegio o una maldición?

Nadie elige;

donde, como y cuando
sólo sucede y estás en el juego
unos buscan el homogenismo
otros lo "Especial"
mas,
terminan siendo lo mismo con distinto nombre
discriminan, desvalorizan, se ríen

de una u otra forma siempre sucede
¿mirar en menos es la única forma de
sentirse más grande?

Somos una gran farsa y es aun peor si no nos damos cuenta

asume lo que piensas con tus acciones...



"El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo."

Friedrich Nietzsche








cuentas


Qué día es hoy, pagaste las cuentas... ?¿
compraste el ultimo televisor de la tienda, la ropa de temporada, la comida del mes, los regalo para los amigos... ?¿
que no se te olvide la botellita del éxito, la cirugía que te subirá
el ego, el perfume para ser mas humano,
Aun te queda dinero para los lentes que te abrirán muchas puertas y los medicamentos que te hacen seguir consumiendo como imbécil ...

los prototipos te persiguen y el ideal de felicidad sólo busca tu dinero

consumir

consumir

consumir

CONSUMIR!!!

Nuestra nueva promoción:
lo hará un galán de telenovelas y/o una autentica top model
lleve ya!
En los próximos 5 minutos agregaremos, suerte e inteligencia de regalo...

Quién fue?¿


Pasa el tiempo y nadie sabe nada:

Nadie quiere decirlo...
es fácil hacerse el sorprendido,
todos miran desde afuera y hablan descaradamente sobre lo mal de la situación, afligiendose con valores abstractos que sólo ahora sacan a luz, juzgando como verdugos...

La culpa no existe;
Sólo ocurre
de una u otra forma está todo relacionado,
hasta lo que no se hizo...

CAFE!


Obsesión del café...


a veces nos puede hacer mal...

pero,

qué sería del mundo sin cafe?¿


el café i el ocio mueven al mundo ^^


sociedad de cafeadictos anónimo... s.c.a.

MITOMANIA

Despertar y darte cuenta que este mundo esta lleno de "mitomanos",
que de una u otra manera van haciendo sus vidas más entretenidas... al principio parecía algo sorprendente,
ahora me doy cuenta; son muchos los que, aburridos de la monotonía o simplemente distorsionando la realidad a su antojo van cambiando y transformando las historias...

ya no es sorprendente, de hecho parece una
"moda"...
Al parecer el virus mitomania se esta metiendo en las mentes de las personas mientras duermen y los van persuadiendo poco a poco, "ven unete"
pronto estarán todos infectados.

ps: cuiden sus sueños.

Muerte a la poca verdad del mundo

:S

... no lo se...

26/06/06

se apodera de tu mente,

de tus sentimientos,

de tu voluntad...

te hace

dañar

gritar

arañar

matar

vas creando miedo a tu alrededor

tu mismo te tienes miedo, porque sabes k no lo puede controlar...

primero todo se acelera, como si adelantaras una película...

voces desconocidas y movimientos rápidos

las cosas vuelan y esos puercos te tienen miedo

te dejan solo

te sientes solo...

domingo, 11 de noviembre de 2007

No sólo hay que dar vuelta la pagina...

No sólo hay que dar vuelta la pagina...
también es tu obligación escribir una historia.

Una historia; más allá de todo lo que antes ocurriera, donde el personaje principal haga algo más que dormir y comer...
Aunque no te guste y estés enamorado de las tramas sencillas, de tranquilidad y sueños...
porque ya tendrás tiempo para descansar...

¿cuándo?
NO SE!!
pero para que gastar tiempo preguntándote cosas de las cuales nunca tendrás más que respuestas ambiguas y abstractas...
Ahora
haz algo...

ESCRIBE.

Colecta un cello nuevo para pushin... T_T



Todo instrumento musical se entrega en un 100% al musico...

Tocalo...
Disfrutalo...
Diviertete...

Cuando MENOS lo esperes puede que ya no esté ahí.



sábado, 10 de noviembre de 2007

SOLEDADES






Soledades



Ellos tienen razón

esa felicidad

al menos con mayúscula

no existe

ah pero si existiera con minúscula

sería semejante a nuestra breve

presoledad



después de la alegría viene la soledad

después de la plenitud viene la soledad

después del amor viene la soledad



ya sé que es una pobre deformación

pero lo cierto es que en ese durable minuto

uno se siente

solo en el mundo



sin asideros

sin pretextos

sin abrazos

sin rencores

sin las cosas que unen o separan



y en esa sola manera de estar solo

ni siquiera uno se apiada de uno mismo



los datos objetivos son como sigue

hay diez centímetros de silencio

entre tus manos y mis manos

una frontera de palabras no dichas

entre tus labios y mis labios

y algo que brilla así de triste

entre tus ojos y mis ojos



claro que la soledad no viene sola



si se mira por sobre el hombro mustio

de nuestras soledades

se verá un largo y compacto imposible

un sencillo respeto por terceros o cuartos

ese percance de ser buena gente



después de la alegría

después de la plenitud

después del amor

viene la soledad



conforme

pero

qué vendrá después

de la soledad



a veces no me siento

tan solo



si imagino

mejor dicho si sé

que más allá de mi soledad

y de la tuya



otra vez estás vos

aunque sea preguntándote a solas

qué vendrá después

de la soledad.

domingo, 4 de noviembre de 2007

falacias:

Es conocida la anécdota del sabio que a la voz de ¡salta!, lograba que cada una de las pulgas de su colección se introdujera en un frasco. Arrancó a una pulga las patas traseras y al ordenar ¡salta!, la pulga no saltó, y lo mismo ocurrió tras arrancar las patas a todas las demás. El sabio, entusiasmado, anotó en su cuaderno: Cuando se le quitan las patas traseras a una pulga deja de oír.

xD!!!!!

jajajajajajjajajajajajjaajjajaja!!!

sábado, 27 de octubre de 2007

"sueños frustrados"

...

es increíble todo lo que refleja esa frase en este momento

detestablemente cierto

y aún más despreciable escuchar la voz de mi madre diciendo

"quiero ayudarte a decidir tu futuro"

¿
perdón? ... rayos!!

lo tengo todo claro, y lo que quiero no podrá ser,

y no se trata de un puntaje de psu

se trata de la estúpida "vida",

sí lo sé , lo encuentras ridículo

nada más que sueños, ilusiones , quimeras... blablablablabla...

cosas con las cuales no viviré ni pagaré mi vida.

realmente quieres ayudarme?¿

pero, he visto más esfuerzo en personas que jamás podrías imaginar...

de ti, sólo veo palabras






sin embargo, que importa tu apoyo?¿

soy yo

no tu

yo!

jueves, 6 de septiembre de 2007

Analizando a Simone de Beauvoir: Fragmento de "El segundo sexo"

Así no tengo que entrar a la pagina de donde saco el texto, y es mucho más rapido. =)




INTRODUCCIÓN.

DURANTE mucho tiempo dudé en escribir un libro sobre la mujer. El tema es irritante, sobre todo para las mujeres; pero no es nuevo. La discusión sobre el feminismo ha hecho correr bastante tinta; actualmente está punto menos que cerrada: no hablemos más de ello. Sin embargo, todavía se habla. Y no parece que las voluminosas estupideces vertidas en el curso de este último siglo hayan aclarado mucho el problema. Por otra parte, ¿es que existe un problema? ¿En qué consiste?(…)Todo el mundo está de acuerdo en reconocer que en la especie humana hay hembras; constituyen hoy, como antaño, la mitad, aproximadamente, de la Humanidad; y {15}, sin embargo, se nos dice que «la feminidad está en peligro»; se nos exhorta: «Sed mujeres, seguid siendo mujeres, convertíos en mujeres.» Así, pues, todo ser humano hembra no es necesariamente una mujer; tiene que participar de esa realidad misteriosa y amenazada que es la feminidad. Esta feminidad ¿la secretan los ovarios? ¿O está fijada en el fondo de un cielo platónico?.(…) Pero el conceptualismo ha perdido terreno: las ciencias biológicas y sociales ya no creen en la existencia de entidades inmutablemente fijas que definirían caracteres determinados, tales como los de la mujer, el judío o el negro; consideran el carácter como una reacción secundaria ante una situación. Si ya no hay hoy feminidad, es que no la ha habido nunca. ¿Significa esto que la palabra «mujer» carece de todo contenido? Es lo que afirman enérgicamente los partidarios de la filosofía de las luces, del racionalismo, del nominalismo: las mujeres serían solamente entre los seres humanos aquellos a los que arbitrariamente se designa con la palabra «mujer». (…)

Y en verdad basta pasearse con los ojos abiertos para comprobar que la Humanidad se divide en dos categorías de individuos cuyos vestidos, rostro, cuerpo, sonrisa, porte, intereses, ocupaciones son manifiestamente diferentes. Acaso tales diferencias sean superficiales; tal vez estén destinadas a desaparecer. Lo que sí es seguro es que, por el momento, existen con deslumbrante evidencia.

Si su función de hembra no basta para definir a la mujer, si rehusamos también explicarla por «el eterno femenino» y si, no obstante, admitimos que, aunque sea a título provisional, hay mujeres en la Tierra, tendremos que plantearnos la pregunta: ¿qué es una mujer?

El mismo enunciado del problema me sugiere inmediatamente una primera respuesta. Es significativo que yo lo plantee. A un hombre no se le ocurriría la idea de escribir un libro sobre la singular situación que ocupan los varones en la Humanidad. Si quiero definirme, estoy obligada antes de nada a declarar: «Soy una mujer»; esta verdad constituye el fondo del cual se extraerán todas las demás afirmaciones. Un hombre no comienza jamás por presentarse como individuo de un determinado sexo: que él sea hombre es algo que se da por supuesto. (…) A veces, en el curso de discusiones abstractas, me ha irritado oír que los hombres me decían: «Usted piensa tal cosa porque es mujer.» Pero yo sabía que mi única defensa consistía en replicar: «Lo pienso así porque es verdad», eliminando de ese modo mi subjetividad. No era cosa de contestar: «Y usted piensa lo contrario porque es hombre», ya que se entiende que el hecho de ser hombre no es una singularidad; un hombre está en su derecho de serlo; es la mujer la que está en la sinrazón.(…) La mujer tiene ovarios, un útero; he ahí condiciones singulares que la encierran en su subjetividad; se dice tranquilamente que piensa con sus glándulas. El hombre se olvida olímpicamente de que su anatomía comporta también hormonas, testículos. Considera su cuerpo como una relación directa y normal con el mundo que él cree aprehender en su objetividad, mientras considera el cuerpo de la mujer como apesadumbrado por todo cuanto lo especifica: un obstáculo, una cárcel. «La mujer es mujer en virtud de cierta falta de cualidades ‑decía Aristóteles‑. Y debemos considerar el carácter de las mujeres como adoleciente de una imperfección natural.» Y, a continuación, Santo Tomás decreta que la mujer es un «hombre fallido», un ser «ocasional». Eso es lo que simboliza la historia del Génesis, donde Eva aparece como extraída, según frase de Bossuet, de un «hueso supernumerario» de Adán. La Humanidad es macho, y el hombre define a la mujer no en sí misma, sino con relación a él; no la considera como un ser autónomo. «La mujer, el ser relativo...», escribe Michelet. Y así lo afirma Benda en el Rapport d'Uriel: «El cuerpo del hombre tiene sentido por sí mismo, abstracción hecha del de la mujer, mientras este último parece desprovisto de todo sentido si no se evoca al macho... El hombre se piensa sin la mujer. Ella no se piensa sin el hombre.» Y ella no es otra cosa que lo que el hombre decida que sea; así se la denomina «el sexo», queriendo decir con ello que a los ojos del macho aparece esencialmente como un ser sexuado: para él, ella es sexo; por consiguiente, lo es absolutamente. La mujer se determina y se diferencia con relación al hombre, y no este con relación a ella; la mujer es lo inesencial frente a lo esencial. El es el Sujeto, él es lo Absoluto; ella es lo Otro.(…)

La categoría de lo Otro es tan original como la conciencia misma. En las sociedades más primitivas, en las mitologías más antiguas, siempre se encuentra un dualismo que es el de lo Mismo y lo Otro; esta división no se puso en un principio bajo el signo de la división entre los sexos, no depende de ningún dato empírico: eso es lo que resalta, entre otros, en los trabajos de Granet sobre el pensamiento chino, y en los de Dumézil sobre la India y Roma. En las parejas Varuna‑Mitra, Urano‑Zeus, Sol‑Luna, Día‑Noche no está involucrado en principio ningún elemento femenino, como tampoco lo está en la oposición entre el Bien y el Mal, entre principios fastos y nefastos, entre la derecha y la izquierda, entre Dios y Lucifer; la alteridad es una categoría fundamental del pensamiento humano. Ninguna colectividad se define jamás como Una sin colocar inmediatamente enfrente a la Otra. Bastan tres viajeros reunidos por azar en un mismo compartimiento, para que el resto de los viajeros se conviertan en «otros» vagamente hostiles. Para el aldeano, todos los que no pertenecen a su aldea son «otros», de quienes hay que recelar; para el nativo de un país, los habitantes de los países que no son el suyo aparecen como «extranjeros»; los judíos son «otros» para el antisemita, los negros lo son para los racistas norteamericanos, los indígenas para los colonos, los proletarios para las clases poseedoras. Al final de un profundo estudio sobre las diversas figuras de las sociedades primitivas, Lévi‑Strauss ha podido concluir: «El paso del estado de naturaleza al estado de cultura se define por la aptitud del hombre para considerar las relaciones biológicas bajo la forma de sistemas de oposición: dualidad, alternancia, oposición y simetría, ora se presenten bajo formas definidas, ora lo hagan bajo formas vagas, constituyen no tanto fenómenos que haya que explicar como los datos fundamentales e inmediatos de la realidad social». Estos fenómenos no se comprenderían si la realidad humana fuese exclusivamente un mitsein basado en la solidaridad y la amistad. (…)La otra conciencia le opone una pretensión recíproca; cuando viaja, el nativo se percata, escandalizado, de que en los países vecinos hay nativos que le miran, a su vez, como extranjero; entre aldeas, clanes, naciones, clases, hay guerras, negociaciones, tratados, luchas, que despojan la idea de lo Otro de su sentido absoluto y descubren su relatividad; de buen o mal grado, individuos y grupos se ven obligados a reconocer la reciprocidad de sus relaciones. ¿Cómo es posible, entonces, que esta reciprocidad no se haya planteado entre los sexos, que uno de los términos se haya afirmado como el único esencial, negando toda relatividad con respecto a su correlativo, definiendo a este como la alteridad pura? ¿Por qué no ponen en discusión las mujeres la soberanía masculina? Ningún sujeto se plantea, súbita y espontáneamente, como lo inesencial; no es lo Otro lo que, al definirse como Otro, define lo Uno, sino que es planteado como Otro por lo Uno, al plantearse este como Uno. Mas, para que no se produzca el retorno de lo Otro a lo Uno, es preciso que lo Otro se someta a este punto de vista extraño. ¿De dónde le viene a la mujer esta sumisión?(…)

Existen otros casos en que, durante un tiempo más o menos prolongado, una categoría consigue dominar completamente a otra. Es la desigualdad numérica la que, con frecuencia, confiere ese privilegio: la mayoría impone su ley a la minoría o la persigue. Pero las mujeres no son, como los negros de Norteamérica, o los judíos, una minoría: en la Tierra hay tantas mujeres como hombres. Sucede también, a menudo, que los dos grupos en presencia han sido independientes al principio: en otros tiempos se ignoraban, o cada cual admitía la autonomía del otro; ha sido un acontecimiento histórico el que ha subordinado el más débil al más fuerte: la diáspora judía, la introducción de la esclavitud en América, las conquistas coloniales son hechos acaecidos en fecha conocida. En tales casos, para los oprimidos ha habido un antes; tienen en común un pasado, una tradición, a veces una religión, una cultura.(…) Sin embargo, a falta de un acontecimiento, es un desarrollo histórico lo que explica su existencia como clase y lo que informa respecto a la distribución de esos individuos en esa clase. No siempre ha habido proletarios, pero siempre ha habido mujeres; estas lo son por su constitución fisiológica; por mucho que remontemos el curso de la Historia, siempre las veremos subordinadas al hombre: su dependencia no es resultado de un acontecimiento o de un devenir; no es algo que haya llegado. Y, en parte, porque escapa al carácter accidental del hecho histórico, la alteridad aparece aquí como un absoluto. Una situación que se ha creado a través del tiempo puede deshacerse en otro tiempo: los negros de Haití, entre otros, lo han probado cumplidamente; por el contrario, parece como si una condición natural desafiase al cambio. En verdad, la Naturaleza, lo mismo que la realidad histórica, no es un dato inmutable. Si la mujer se descubre como lo inesencial que jamás retorna a lo esencial, es porque ella misma no realiza ese retorno. Los proletarios dicen «nosotros»; los negros, también. Presentándose como sujetos, transforman en «otros» a los burgueses, a los blancos. Las mujeres ‑salvo en ciertos congresos, que siguen siendo manifestaciones abstractas‑ no dicen «nosotras»; los hombres dicen «las mujeres» y estas toman estas palabras para designarse a sí mismas; pero no se sitúan auténticamente como Sujeto. Los proletarios han hecho la revolución en Rusia; los negros, en Haití; los indochinos luchan en Indochina: la acción de las mujeres no ha sido jamás sino una agitación simbólica, y no han obtenido más que lo que los hombres han tenido a bien otorgarles; no han tomado nada: simplemente han recibido . Y es que las mujeres carecen de los medios concretos para congregarse en una unidad que se afirmaría al oponerse. Carecen de un pasado, de una historia, de una religión que les sean propios, y no tienen, como los proletarios, una solidaridad de trabajo y de intereses; ni siquiera existe entre ellas esa promiscuidad espacial que hace de los negros de Norteamérica, de los judíos de los guetos y de los obreros de Saint‑Denis o de las fábricas Renault, una comunidad. Viven dispersas entre los hombres, atadas por el medio ambiente, el trabajo, los intereses económicos, la condición social, a ciertos hombres ‑padre o marido‑ más estrechamente que a las demás mujeres. Burguesas, son solidarias de los burgueses y no de las mujeres proletarias; blancas, lo son de los hombres blancos y no de las mujeres negras. El proletariado podría proponerse llevar a cabo la matanza de la clase dirigente; un judío o un negro fanáticos podrían soñar con acaparar el secreto de la bomba atómica y hacer una Humanidad enteramente judía o enteramente negra: la mujer, ni siquiera en sueños puede exterminar a los varones. El vínculo que la une a sus opresores no es comparable a ningún otro. La división de los sexos es, en efecto, un hecho biológico, no un momento de la historia humana. Ha sido en el seno de un mitsein original donde su oposición se ha dibujado, y ella no la ha roto. La pareja es una unidad fundamental cuyas dos mitades están remachadas una con otra: no es posible ninguna escisión en la sociedad por sexos. Eso es lo que caracteriza fundamentalmente a la mujer: ella es lo Otro en el corazón de una totalidad cuyos dos términos son necesarios el uno para el otro.(…)

La necesidad biológica ‑deseo sexual y deseo de posteridad‑ que sitúa al macho bajo la dependencia de la hembra, no ha liberado socialmente a la mujer. El amo y el esclavo también están unidos por una necesidad económica recíproca, que no libera al esclavo. Y es que, en la relación entre el amo y el esclavo, el amo no se plantea la necesidad que tiene del otro: detenta el poder de satisfacer esa necesidad y no le mediatiza; por el contrario, el esclavo, en su dependencia, esperanza o temor, interioriza la necesidad que tiene del amo; pero, aunque la urgencia de la necesidad fuese igual en ambos, siempre actúa en favor del opresor frente al oprimido. Ello explica que la liberación de la clase obrera, por ejemplo, haya sido tan lenta. Ahora bien, la mujer siempre ha sido, si no la esclava del hombre, al menos su vasalla; los dos sexos jamás han compartido el mundo en pie de igualdad; y todavía hoy, aunque su situación está evolucionando, la mujer tropieza con graves desventajas. En casi ningún país es idéntico su estatuto legal al del hombre; y, con frecuencia, su desventaja con respecto a aquel es muy considerable. Incluso cuando se le reconocen en abstracto algunos derechos, una larga costumbre impide que encuentre en los usos corrientes su expresión concreta.(...) Además de los poderes concretos que poseen, están revestidos de un prestigio cuya tradición mantiene toda la educación del niño: el presente envuelve al pasado , y en el pasado toda la Historia la han hecho los varones. En el momento en que las mujeres empiezan a participar en la elaboración del mundo, ese mundo es todavía un mundo que pertenece a los hombres: ellos no lo dudan, ellas lo dudan apenas. Negarse a ser lo Otro, rehusar la complicidad con el hombre, sería para ellas renunciar a todas las ventajas que puede procurarles la alianza con la casta superior. (…)El hombre que constituye a la mujer en un Otro, hallará siempre en ella profundas complicidades. Así, pues, la mujer no se reivindica como sujeto, porque carece de los medios concretos para ello, porque experimenta el lazo necesario que la une al hombre sin plantearse reciprocidad alguna, y porque a menudo se complace en su papel de Otro.

Y he aquí que surge inmediatamente esta pregunta: ¿cómo ha empezado toda esa historia? Se comprende que la dualidad de los sexos, como toda dualidad, se halla manifestado mediante un conflicto. Y se comprende que si uno de los dos logra imponer su superioridad, esta se establezca como absoluta. Pero queda por explicar que fuera el hombre quien ganase desde el principio. Pudiera haber ocurrido que las mujeres obtuviesen la victoria, o que jamás se hubiera resuelto la contienda. ¿De dónde proviene que este mundo siempre haya pertenecido a los hombres y que solamente hoy empiecen a cambiar las cosas? Y este cambio ¿es un bien? ¿Traerá o no traerá un reparto equitativo del inundo entre hombres y mujeres ?

Estas preguntas distan mucho de ser nuevas, y ya se les ha dado numerosas respuestas; pero precisamente el solo hecho de que la mujer sea lo Otro refuta todas las justificaciones que de ello puedan haber presentado jamás los hombres, ya que, evidentemente, les eran dictadas por su propio interés. «Todo cuanto sobre las mujeres han escrito los hombres debe tenerse por sospechoso, puesto que son juez y parte a la vez», dijo en el siglo XVII Poulain de la Barre, feminista poco conocido. «Siendo hombres quienes han hecho y compilado las leyes, han favorecido a su sexo, y los jurisconsultos han convertido las leyes en principios», añade Poulain de la Barre. Legisladores, sacerdotes, filósofos, escritores y eruditos, todos ellos se han empeñado en demostrar que la condición subordinada de la mujer era voluntad del Cielo y provechosa para la Tierra. Las religiones inventadas por los hombres reflejan esa voluntad de dominación: han sacado armas de las leyendas de Eva, de Pandora; han puesto la filosofía y la teología a su servicio, como se ha visto por las frases de Aristóteles y de Santo Tomás que hemos citado. Desde la Antigüedad, satíricos y moralistas se han complacido en trazar el cuadro de las flaquezas femeninas.(…) Semejante hostilidad parece a veces fundada, a menudo gratuita; en verdad, recubre una voluntad de autojustificación más o menos hábilmente enmascarada. «Es más fácil acusar a un sexo que excusar al otro», dice Montaigne. En ciertos casos, el proceso es evidente. Resulta significativo, por ejemplo, que, para limitar los derechos de la mujer, el código romano invoque «la imbecilidad, la fragilidad del sexo» en el momento en que, por debilitamiento de la familia, aquella se convierte en un peligro para los herederos varones. Resulta chocante que en el siglo XVI, para mantener bajo tutela a la mujer casada, se apele a la autoridad de San Agustín, declarando que «la mujer es una bestia que no es ni firme ni estable», en tanto que a la soltera se la reconoce con capacidad para administrar sus bienes. Montaigne comprendió perfectamente lo arbitrario e injusto de la suerte asignada a la mujer: «Las mujeres no dejan de tener razón en absoluto cuando rechazan las normas que se han introducido en el mundo, tanto más cuanto han sido los hombres quienes las han hecho sin ellas. Naturalmente, entre ellas y nosotros hay intrigas y querellas.» Pero Montaigne no llega hasta el extremo de erigirse en su campeón. Solamente en el siglo XVIII hombres profundamente demócratas encaran la cuestión con objetividad. Diderot, entre otros, se propone demostrar que la mujer es un ser humano igual que el hombre. Un poco más tarde, Stuart Mill la defiende con ardor. Pero estos filósofos son de una imparcialidad excepcional(…)

Muchos hombres así lo desean: no todos han arrojado todavía las armas. La burguesía conservadora sigue viendo en la emancipación de la mujer un peligro que amenaza su moral y sus intereses. Ciertos varones temen la competencia femenina(…)

(…)Para todos aquellos que padecen complejo de inferioridad, hay ahí un linimento milagroso: con respecto a las mujeres, nada hay más arrogante, agresivo o desdeñoso que un hombre inquieto por su virilidad. Aquellos a quienes no intimidan sus semejantes están también mucho más dispuestos a reconocer en la mujer un semejante; aun a estos, sin embargo, el mito de la Mujer, de lo Otro, les es caro por muchas razones ; no podría censurárseles por no sacrificar de buen grado todos los beneficios que extraen de ello: saben lo que pierden al renunciar a la mujer tal y como la sueñan; pero ignoran lo que les aportará la mujer tal y como será mañana. Se precisa mucha abnegación para negarse a aparecer como Sujeto único y absoluto. Por otra parte, la inmensa mayoría de los hombres no asume explícitamente esa pretensión. No sitúan a la mujer como un ser inferior: hoy día están demasiado penetrados del ideal democrático para no reconocer como iguales a todos los seres humanos. En el seno de la familia, la mujer aparece a los ojos del niño, del muchacho, como revestida de la misma dignidad social que los adultos varones; después, ese niño, ya mayor, ha experimentado en el deseo y el amor la resistencia y la independencia de la mujer deseada y amada; casado, respeta en su mujer a la esposa, a la madre, y, en la experiencia concreta de la vida conyugal, ella se afirma frente a él como una libertad. Así, pues, el hombre puede persuadirse de que ya no existe entre los sexos una jerarquía social, y de que, en conjunto, a través de las diferencias, la mujer es una igual. Como, no obstante, observa ciertas inferioridades ‑la más importante de las cuales es la incapacidad profesional‑, las atribuye a la naturaleza. Cuando observa respecto a la mujer una actitud de colaboración y benevolencia, tematiza el principio de la igualdad abstracta; pero la desigualdad concreta que observa no la plantea. Sin embargo, cuando entra en conflicto con ella, la situación se invierte: tematizará la desigualdad concreta y ello le autorizará incluso para negar la igualdad abstracta.

Es así como muchas mujeres afirman con una cuasi buena fe que las mujeres son las iguales del hombre y que no tienen nada que reivindicar; pero al mismo tiempo sostienen que las mujeres jamás podrán ser las iguales del hombre y que sus reivindicaciones son vanas. Y es que al hombre le resulta difícil calibrar la extrema importancia de las discriminaciones sociales que desde fuera parecen insignificantes y cuyas repercusiones morales e intelectuales son tan profundas en la mujer que pueden parecer tener sus fuentes en una naturaleza originaria. El hombre que sienta la mayor simpatía por la mujer, jamás conoce bien su situación concreta. Por eso no ha lugar a creer a los varones cuando se esfuerzan por defender privilegios cuya extensión no logran calibrar en su totalidad. Por tanto, no nos dejaremos intimidar por el número y la violencia de los ataques dirigidos contra las mujeres; ni tampoco nos dejaremos embaucar por los elogios interesados que se prodigan a la «verdadera mujer»; ni permitiremos que nos gane el entusiasmo que suscita su destino entre los hombres, que por nada del mundo querrían compartirlo.

Sin embargo, no debemos considerar con menos desconfianza los argumentos de los feministas: con mucha frecuencia la preocupación polémica les priva de todo valor. Si la «cuestión de las mujeres» es tan ociosa, es porque la arrogancia masculina la ha convertido en una «disputa»; cuando uno disputa, ya no razona bien. Lo que se ha tratado incansablemente de demostrar es que la mujer es superior, inferior o igual al hombre: creada después de Adán, es evidentemente un ser secundario, dicen unos; por el contrario afirman otros, Adán no era sino un boceto, y Dios logró el ser humano en toda su perfección cuando creó a Eva; su cerebro es más pequeño, pero relativamente es más grande; Cristo se hizo hombre, tal vez por humildad. Cada argumento atrae inmediatamente a su contrario, y con frecuencia los dos llevan a la sinrazón. Si se quiere intentar ver claro en el problema, hay que abandonar esos caminos trillados; hay que rechazar las vagas nociones de superioridad, inferioridad o igualdad que han alterado todas las discusiones, y empezar de nuevo.

Pero, entonces, ¿cómo plantear la cuestión? Y, en primer lugar, ¿quiénes somos nosotros para plantearla? Los hombres son juez y parte; las mujeres, también.(...) No obstante, conocemos más íntimamente que los hombres el mundo femenino, porque en él tenemos nuestras raíces; aprehendemos de manera más inmediata lo que significa para un ser humano el hecho de ser femenino, y nos preocupamos más de saberlo. He dicho que hay problemas más esenciales, lo cual no impide que este conserve a nuestros ojos cierta importancia: ¿en qué habrá afectado a nuestra existencia el hecho de ser mujeres? ¿Qué oportunidades, exactamente, nos han sido dadas y cuáles nos han sido negadas? ¿Qué suerte pueden esperar nuestras hermanas más jóvenes y en qué sentido hay que orientarlas? Es chocante que el conjunto de la literatura femenina esté animado en nuestros días mucho menos por una voluntad de reivindicación que por un esfuerzo de lucidez; al salir de una era de desordenadas polémicas, este libro es una tentativa, entre otras, de recapitular la cuestión.

(…)En cuanto a nosotros, estimamos que no existe otro bien público que el que asegura el bien privado de los ciudadanos; juzgamos las instituciones desde el punto de vista de las oportunidades concretas ofrecidas a los individuos. Pero tampoco confundimos la idea del interés privado con la de la felicidad: he ahí otro punto de vista que también se encuentra a menudo; ¿no son más dichosas las mujeres del harén que las electoras? El ama de casa ¿no es más feliz que la obrera? No se sabe demasiado bien lo que significa la palabra dicha, y aún menos qué valores auténticos recubre; no hay ninguna posibilidad de medir la dicha de otro, y siempre resulta fácil declarar dichosa la situación que se le quiere imponer: aquellos a quienes se condena al estancamiento, en particular, son declarados felices, so pretexto de que la dicha es inmovilidad. Se trata, pues, de una noción a la que no nos referiremos. La perspectiva que adoptamos es la de la moral existencialista. Todo sujeto se plantea concretamente a través de proyectos, como una trascendencia; no alcanza su libertad sino por medio de su perpetuo avance hacia otras libertades; no hay otra justificación de la existencia presente que su expansión hacia un porvenir infinitamente abierto. Cada vez que la trascendencia recae en inmanencia, hay degradación de la existencia en «en sí», de la libertad en facticidad; esta caída es una falta moral si es consentida por el sujeto; si le es infligida, toma la figura de una frustración y de una opresión; en ambos casos es un mal absoluto. Todo individuo que tenga la preocupación de justificar su existencia, experimenta esta como una necesidad indefinida de trascenderse. Ahora bien, lo que define de una manera singular la situación de la mujer es que, siendo como todo ser humano una libertad autónoma, se descubre y se elige en un mundo donde los hombres le imponen que se asuma como lo Otro: se pretende fijarla en objeto y consagrarla a la inmanencia, ya que su trascendencia será perpetuamente trascendida por otra conciencia esencial y soberana. El drama de la mujer consiste en ese conflicto entre la reivindicación fundamental de todo sujeto que se plantee siempre como lo esencial y las exigencias de una situación que la constituye como inesencial. ¿Cómo puede realizarse un ser humano en la situación de la mujer? ¿Qué caminos le están abiertos? ¿Cuáles desembocan en callejones sin salida? ¿Cómo encontrar la independencia en el seno de la dependencia? ¿Qué circunstancias limitan la libertad de la mujer? ¿Puede esta superarlas? He aquí las cuestiones fundamentales que desearíamos dilucidar. Es decir, que, interesándonos por las oportunidades del individuo, no definiremos tales oportunidades en términos de felicidad, sino en términos de libertad.

Es evidente que este problema carecería de todo sentido si supusiéramos que sobre la mujer pesa un destino fisiológico, psicológico o económico. Así, pues, empezaremos por discutir los puntos de vista adoptados por la biología, el psicoanálisis y el materialismo histórico sobre la mujer. Trataremos de mostrar en seguida, positivamente, cómo se ha constituido la «realidad femenina», por qué la mujer ha sido definida como lo Otro y cuáles han sido las consecuencias desde el punto de vista de los hombres. Luego descubriremos, desde el punto de vista de las mujeres, el mundo tal y como se les propone; y podremos comprender con qué dificultades tropiezan en el momento en que, tratando de evadirse de la esfera que les ha sido asignada hasta el presente, pretenden participar del mitsein humano.